El origen de la madurez, cuento de supermercado

Simple y claro: “Más sabe diablo por viejo que por diablo”. O para aquellos tan aislados del folklore que no conocen la interpretación de este refrán, quiere decir que las personas no son sabias por el título que tengan, si no por la cantidad de experiencia acumulada a través de los años.

Este refrán es la versión extendida del popular “¡Te lo dije!” que nuestros padres no vacilan en propinarnos cada vez que cometemos algún error a pesar de sus advertencias. Si, es la misma expresión tan popularizada por el gran observador (y comediante, con el perdón de la redundancia) Andrés López, solo que en su acento sería “¡Le dije!” con sus respectivos ademanes y movimientos típicos de la cultura paternal.

Todo esto viene a que anoche fui al supermercado con mi padre, como hacía mucho tiempo no lo hacía. Noté que hay tantas cosas que hay que saber para comprar así sea una docena de huevos, tantas cosas que no vimos en el colegio, ni la universidad, son cosas que solo los años instruyen.

¿Quién diría que una lechuga verde y grande pesa menos que una pequeña y blanca? ¿Cómo iba a saber que el kilo de un queso amarillo nacional saldría mucho más caro que uno uruguayo? ¿Dónde enseñan la fórmula para sacar en cuestión de segundos la relación precio/kilometraje del papel higiénico?.

Ser grande no es fácil. Ser grande no es la edad que tengamos si no lo que hayamos hecho con cada año de nuestra vida. Ser grande es más que saber lo que es bueno y malo, es saber que es lo correcto. Ser grande no es ser diablo, es ser viejo.

2 comentarios:

Curiosa dijo...

Jajajajaja completamente cierta tu analogia del supermercado.
Uno no sabe donde esta metido hasta que recien casado va hacer su primer mercadito jajajajaja
Esas cosas hay que saborearselas jajaja esas primersa experiencias que no la enseñan en ninguna parte jeje
Me gustó tu post

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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